jueves, 9 de julio de 2009

Pensé en ella.


Alguna vez una persona me cuestionó el por qué de la existencia de este blog, quienes nos creemos ¿poetas?.


La verdad es que para nada, mucho menos creo que alguno de nosotros pretenda hacerlo, para mí este espacio representa una plataforma fantástica de sacar un montón de cosas que traigo dentro, después fantásticamente resulta que la gente coincide con nosotros.


Bebo una cerveza, fumo un cigarrillo, y en esta cálida noche de verano al ritmo del jazz la recordé. Ella es una dama en toda la extensión de la palabra, una señorita de sociedad. Propia como ninguna otra y que provoca en mi una atracción sin precedentes. El cuerpo más hermoso, rostro perfecto cual diosa, seductoras caderas como ninguna, por supuesto. Un hermano lasallista una vez me dijo, las personas aseguraban que María tenía un especial aroma a rosas, y no pretendo compararla con una deidad para muchos, pero cuando me acerco a ella, cualquier ambiente tiene ese olor. El hecho simple de que me mire o de cruzar la más insignificante palabra con ella, es para mí por mucho, más emocionante que observar un bello atardecer. “Como es de idiota el amor y como duele”, y duele que Dios creara al ser perfecto, duele que me haya enamorado de ella, pero duele más saber que nunca la tendré. Duele, pero duele donde más me gusta, duele rico. La veo, por trillado y cursi que suene, me hace suspirar. Dicen que el amor es ciego, yo creo que además es sordo, cuando con ternura habla de su pareja, me gusta hacerme el tonto e imaginar que habla de mí. El destino siempre me hace esa clase de jugarretas, ponerme enfrente a quien siempre esperé, hacerme convivir con ella, a veces hasta ser su amigo, pero con la plena certeza de que jamás será para mí.

Un día teníamos una reunión entre amigos y colegas, producto de los juegos y tragos llegamos a estar ebrios. Ella y yo nos abrazábamos, y entonces me beso en la mejilla diciendo “te quiero mucho”, la frase que cualquiera pasado de copas le dice al primero que ve enfrente, ya lo sé, pero también me gusta imaginar que fue sincero.

La amo, y sé que nunca tendré el valor de decírselo, y la verdad no me gustaría tenerlo. La experiencia me dice que no tiene sentido. Quizá lo prefiero así, me gusta amarla en silencio, tan es así que se lo comparto a los perfectos desconocidos que lean esto.

Resignado o en espera siempre solo, no quiero a alguien más, a pesar de lo anterior me aferro a ella. Me conozco, y aunque otra llegue, seguirá viviendo en mi cabeza, más importante, en las penumbras de lo que me quede de corazón. ¿Por qué es tan difícil?, a veces la única que da respuestas es aquella inseparable de mi, la soledad.




5 comentarios:

Buen Carlos dijo...

Mientras leia tu relato, escuchaba Farewell de Yiruma, bien podria decirse que casi solto una lagrima.

Anónimo dijo...

me encanto
kisiera k alguien me describiera asi
mi kerido esposo no lonhace
:(

Minita dijo...

Te quedo divino.
Afortunada esa chava de que hables asi de ella.

suerte con ella

fronssfronss dijo...

creo saber quien es... ok dejare de mamar con esoo jajaja...
me gusto demasiadoo.. las palabraas quee usastee me gustaron demasiadoo... yy lo mejorr (sin mamar) fue el principioo :) teeadoroo tú

el biscocho sexy dijo...

yo si se kien es =D
jaja buen relato mi estimado fuentes