Recuerdo aquella vez cuando fui de vacaciones al hermoso Puerto Vallarta. Era una noche calurosa en plena playa y decidí salir y conocer la ciudad, la vida nocturna de aquellos lugares tienen fama y quise explorar y descubrir.
Después de pensar un rato a donde dirigirme esa noche decidí ir a un antro muy conocido por sus altos precios, buena música y deliciosas mujeres.
Llegando al lugar me asombro lo lleno que estaba a pesar de pagar un altísimo precio de cover, al parecer a la gente no le importaba eso, llegaban edecanes a mi mesa a ofrecer de sus botellas, su táctica de coquetear con el cliente casi les resulta.
Decidí ir a la pista de baile y ahí fue cuando la vi, una hermosa mujer de tez blanca, pelo castaño claro y bien torneada. Desde el principio me llamo fuertemente la atención, era de esas chicas que a mi me agradan bastante, de esas que siento que me pueden dominar a su antojo con solo mirarme a los ojos. Me arme de valor y fui a seducirla, después de una breve platica la invite a bailar y ella acepto con gusto, me platico que iba con sus amigas de vacaciones, que era de puebla (lo había notado por su acento casi chilango), y que era soltera (para mi fortuna).
Después de bailar un rato, el ritmo se fue intensificando hasta llegar al típico regueton, para fortuna de ella, yo soy un experto en ese baile llamado perreo. Paso la noche y pasaron los tragos una cosa llevo a la otra y terminamos besándonos, fueron unos besos largos y húmedos que me prendían y me hacían querer más y más. Desde que llegue al antro tenia la idea de salir acompañado del lugar, y así fue ella me propuso ir a un lugar mas intimo donde estuviéramos los 2 solos, yo propuse ir a mi hotel pero ella se negó y ofreció su hotel yo accedí con gusto.
Al llegar al lugar seguimos besándonos hasta el ascensor y me dio una sensación de que conocía ese lugar y efectivamente lo conocía, resulto que ella y sus amigas se hospedaban en el mismo hotel en el que yo me hospedaba, me sorprendí era algo que en verdad no me esperaba.
Ya en su cuarto el ambiente era muy pesado, se sentía el olor a sexo en las sabanas, la sensación de pasión me controlo y fue cuando penetre ella dio un grito fuerte y seco. Eso me excitaba me prendía cada vez más, yo sobre ella, sentía como me apretaba con las piernas y me abrazaba fuerte, lo disfrutaba, tal vez demasiado. De repente saco el lado salvaje de ella y me volteo con mucha facilidad, quedo arriba de mi, primero empezó suave y tierno con un beso, pero al pasar algunos minutos se brutalizo la situación, daba sentones que me lastimaban de una manera garrafal pero no me importo seguí su juego brusco y la voltee al puro doggystyle donde la tronaba en mi fuerte y duro, sentía que era un tipo de venganza por sus sentones brutales así que era mi turno, ella gritaba y gritaba eso me prendía cada vez mas, ella se vino varias veces, hacia gritos y gemidos de perra regañada. Casi al final dijo que me viniera en su boca que quería probar el sabor de mi semen, la voltee de nuevo y lo agarro con las dos manos se lo metió a la boca suave y delicadamente, me vine en su boca y lo saboreaba, me dio la sensación que lo disfrutaba mucho, que tal vez era adicta a saborear el semen.
Termine agotado como nunca en la vida, me despedí y me fui a mi cuarto que quedaba exactamente a un piso de su habitación, así cambie de cuarto en el hotel y dormí como si no hubiera dormido en 1 año completo.
Después de ese día no la volví a ver, pensé en muchas cosas, que era su ultimo día de vacaciones o en muchas otras posibilidades pero de una cosa estoy seguro, nunca olvidare su mirada y sus gritos que me hacían enloquecer.
Y todavía faltan cosas por descubrirse en esta vida, faltan relatos en escribirse y faltan historias en suceder, y mientras van sucediendo yo seguiré aquí escribiendo al ritmo de tus caderas.
